Sandungueo...

A veces, solo lo que deseamos es poder ayudar a los demás, sin pensar en nosotros mismos, poniendo en primer lugar al otro, tratando de darle lo mejor, para que sea feliz, dando todo de nosotros por ellos, haciendo lo que sea posible o este a nuestro alcance para ver al otro bien, sin esperar algo a cambio, tan solo lo que se espera, es un simple y significante gracias, que a veces es omitido, no lo dicen, y eso duele, porque uno llega a pensar, el esfuerzo que yo hago por esa persona, no lo tiene en cuenta? No le interesa? Entonces para que lo hago, si para la persona que lo estoy haciendo no es importante…y sin embargo, inconcientemente seguís ayudando, porque te nace, pero a la vez, la otra persona juega con uno, y se ríe a escondidas. Seria mas honesto decir la pura verdad, por más cruel que sea, dejar de pensar solo en uno, en su bienestar, y pensar en lo que le puede llegar a pasar al otro, o lo que puede llegar a sentir, a enfrentarse con esa mentira.
Después aparecen los que no están nunca con nosotros, pero cuando necesitan algo, aparecen, a veces estaría bueno pasar momentos divertidos o hablar, contarse cosas, no solo venir a buscar beneficio para consigo mismo.
Pero lo que nos olvidamos o no tenemos en cuenta, es que pensando en todo momento en los demás, nos olvidamos de nosotros mismos, que somos los que la terminamos ligando de rebote…tan solo por el hecho de ayudar, nos involucran en el medio, porque al querer solucionar sus problemas, se terminan metiendo en otros, y piensan que encontraron la solución, pero en realidad no es la correcta, piensan que hacen las cosas bien, pero la cabeza y el corazón le dicen todo lo contrario, cuando los recuerdos nos lastiman, y ya no se puede volver al pasado, cuando el tiempo no logra hacernos sentir bien, solo lo que logra es empeorar las cosas, o hacernos sentir solos, sentir que nada sirve, que todo fue en vano.
Todo esto pasa, porque uno cree que conoce plena y totalmente a la otra persona, pero después de pasado un tiempo, nos damos cuenta que no es así, que conocíamos solo una parte de aquella persona, la careta que nos mostraba, pero la otra parte nunca nos la hizo conocer, es por eso, que cuando nos damos cuenta realmente lo que esa persona es, nos sentimos defraudados, desilusionados…
Juliet...